Y el mundo era suyo / minicuentos sci-fi/
La emanación era invisible. Eve y Adan contemplaban su programa favorito, sin inmutarse ante la irradiación. Miles de millones de seres estaban haciendo lo mismo que ellos y recibíendola, con una diferencia: ambos sabían.
-Cada vez son más divertidos estos programas, no crees?-
-Tienen una pauta , querida. Una vez la descubres pierde la espontaneidad-
Mientras cenaban los alimentos que modificaban la química poco a poco y bebían agua tratada, una miríada de ondas en oleadas iban llenando el espacio que ellos consideraban propio e inviolable.
Sabían de su inmunidad, este tiempo era puro veneno hasta en el aire. No así el resto del planeta, pero eso les era indiferente, brutalmente insignificante. La ignorancia , consentida o no, da paz, rezaba un viejo proverbio. La pareja estaba en paz, pero por su opuesto.Sus ojos eran completamente la negritud y el todo.
Eran conscientes. Abrumadora , total y despiadadamente; gobiernos, creencias, fronteras, guerras, dioses y...
Eran la pareja original, la primera. Adán y Eva y su paraíso , el mundo era suyo.
Desde el principio, el mundo era suyo.
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