Terminar

No sabía cómo terminar. Esperando el inicio del primer sorbo de café que preparaba el barman, evitaba mirar al cornudo momificado del fondo. Hacía un momento parecía que hubiera resoplado.

Quizá había sido ella misma, a veces se le escapaba alguna frase en voz alta. Se salían de la batidora aburrida que era su cerebro.

-Estoy en un pozo, susurró.

Como ahora, acababa de hacerlo!

-me decía?.

Era un tardica este camarero pero tenía buen oído, pensó.

-oh! nada...Mejor póngalo doble, el café.

A su lado, una servilleta con algo anotado esperaba una respuesta.

Y ella no sabía cómo terminar. Podía haber abandonado antes, darle por imposible.

Pero se comprometió, en aquel lugar donde se conocieron todos.

Mas él se encargó de ponerlo difícil. Como papá medianoche en su dominio neutral.

Evitaba mirar a la pared del fondo. 

 No sabía que prefería, si un animal disecado o un reloj, para recordarle que todo tenía un plazo de entrega, un fin.

Ya llegaba el aroma del café recien hecho y sus ojos regresaron de nuevo a mirar lo garabateado en el papel. 

No sabía como terminar...

Maldito relato!