De ojo a ojo.
-Estás enfadado, por eso no me hablas?-
Èl permanece sin contestar aunque tiene ganas, pero sin poder hacerlo. Y advierte, por sus señales, que está acalorada, con el corazón palpitándole más rápido.
-No tengo la culpa de no ser como esperabas y antes te hacía gracia mi ignorancia, aquí mismo!-
No se mueve, el lenguaje corporal le muestra que está furiosa, según todos los códigos conductivos indican...La verdad, espera que se calme si él se mantiene inmóvil y mirando sólo la parte superior de la cabeza, eso era de manual. De ojo a ojo.
-Estaba ya acostumbrada a tus idas y venidas pero, al menos, lo pasábamos bien el tiempo que estábamos juntos y reíamos hasta doblarnos...-
Ha bajado el registro de su voz y los hombros han caído a la vez, está empezando a cansarse. Va bien(él, quieto) que aunque pudiera moverse no es buen momento.
Ella inspira una gran cantidad de aire (filtrado y acondicionado) en el taller de reparación subterráneo, la superficie estaba en la canícula planetaria.
-En fin, crées que aún puedo cambiarte?-Le apunta con el láser de precisión, al tiempo que lo considera seriamente.
Le mira desafiante (mientras la fría placa donde yace le expone descompuesto a su vista,a piezas como estaba) con la loca esperanza(común en su especie) de cambiar lo que nunca cambia.
Qúe difícil era ser un androide de compañía...
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minicuento sin imagen.
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