dos palabras
De ciegos venenos sin dueño
Desvelando sueños las sombras
Se acercan la duda y el no es cierto
Se marcha llorando el amor
Es dueña la ponzoña.
Y llega , esperado, el precio del contador
Conjuro vulnerable e indomable
En sus labios sin canción
Las palabras antiguas
El aroma, los colores fragantes
El veneno inadvertido, pincelando cada mando
El desastre entre deseos
Voluntad y tiempo y el…
No volverá a desvelarse
No será escuchada de nuevo
No tendrá dos palabras
Pronunciar tan dulce llamada
Perder esa voz
silencio
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