o el aborto, o el espanto
-Felicidades, mujer, está embarazada.
-Es la confirmación, doctor, ya lo sabía. Cuento la tercera falta. No fue posible venir antes, mi marido no puede abandonar las labores del campo y necesita mi ayuda.
El médico hizo tiempo mientras simulaba leer el informe. Levantó la vista hacia la rubia y saludable mujer norteña que tenía ante sí. Mirándole a los ojos,continuó:
-Debo decirle algo más, en los análisis se observan anomalías, y en la ecografría …
-Dígame, que le ocurre a mi niño?.
-Presenta una malformación. Verá, los casos más frecuentes son los de espina bífida, pero hay una proporción significativa de hidrocefalia...
-Quiere decir que tiene eso?... Qué le va a ocurrir? Tendremos problemas?.
Era una mujer práctica, y verdaderamente no sabía el verdadero alcance del problema. Movió la cabeza con pesar y le tomó la mano durante un instante. Las tenía frías.
-En estos casos, depende del alcance de la mutación. Es probable que tengamos que recurrir a la cesárea para el alumbramiento. Es después lo que me preocupa.
-No se ande con medias tintas , quiero saber lo que nos espera.
Las mujeres siempre le sorprendían. Eran mucho más fuertes de lo que se creía. Bajó la voz al proseguir.
-El grado de hidrocefalia determinará su sufrimiento y complicaciones...le explicó a grandes rasgos lo que significaba. La mujer iba empañando sus ojos y parpadeaba para detenerlo. Respiraba agitadamente y al fin lo encaró.
-Quiere decir que experimentará dolor? Que nacerá , que experimentará una operación tras otra para intentar aliviar la presión de su cráneo, que sus dolores tendrán que ser mitigados, que igual no llega a adulto?
-Si, eso es. Por el recuerdo de tus padres, que los conocí en mi juventud, te hablo con tal crudeza. Y, aunque mi juramento me hace intentar que la vida salga adelante, hay casos que merecen la oportunidad del descanso. La vida puede ser espantosa en según qué condiciones.
No poder jugar con otros niños , corriendo al sol y al aire libre! Se sentía viejo, muy viejo cuando pensaba que aún los niños sanos tampoco corrían felices, viviendo en esas ciudades apestosas que envenenaban sus pulmones con el tráfico y la contaminación. Ella le devolvió al despacho cuando le preguntó:
-Pero, qué puedo hacer? No tengo los medios para darle una vida digna, ni un seguro médico privado! Apenas tenemos para vivir al día, doctor...
El no pudo decir nada más. Había sobrepasado las consignas del partido en el poder. Había aconsejado a esta mujer abortar. No por ella, no. Esa criatura iba a vivir un infierno si nacía.
El silencio se depositó sobre ellos con la claridad de la desesperación en la mujer.
..........................................
Inicié estas letras como un ensayo. Luego , ha salido un instante , una realidad , en un diálogo. Me guardo mucho sin expresar, es sólo una vía de pensamiento no-imaginaria, que viene al cabo de la ley reformada del aborto, (en este país de pandereta) ,en el que se ha eliminado el supuesto de aborto por malformación del feto.
Jamás he visto mayor crueldad.
0 comentarios