masticando

Masticando pensamientos en piel. Empezar a escribir, que la luna calla y el sol la arrastra. Morder la manzana sin querer su eternidad. Llamar al sonido , sin compasión al silencio. Sin...sin, so , sobre, tras. Y nunca volver. Queréis cuentos ya conocidos, queréis adivinar la trama, sois unos infelices. También yo. Estamos aquí, no? Tu, el, ella, nos, vos, ellos. No se qué dice la canción, me imagino la letra. La melodía me importa, no lo que dice la garganta . Nada nuevo, nada.

Hacedlo vos.

Lo olvidé.

 No, si, tal vez, está claro, diáfano en su charco de lodo vivo. Sea. Porque no encuentro nada, nada nuevo. Quizás, las historias que imaginan los astrónomos cuando intentan pellizcar el universo.

Pon ese anexo, entonces, salvamos al universo y a diógenes. Ahora escribo para mí. 

Soy , yo soy, como dios, como el diablo, que no se me olvide, nunca , que no soy nada. Números. Conjunto vacío. Cuerdas , redes, agujeros y quantum ( ¿como puñetas se escribe el latinajo futuro?). Me queda el espacio. 

 Siempre os olvidáis del amor (un príncipe o un dentista). 

Si os libero, liberadme.