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Planeta gatamutante ( y HAL)

El de las barbas muertas

El de las barbas muertas

Estaba sentada sola bajo el tejadillo, mientras esperaba que llegara el transpor , y al instante siguiente no. Mi cerebro hace que vea : ambos estamos sentados cubiertos de luz fría y nos miramos de soslayo.

Tiene una presencia poderosa y parece emanar antigüedad, aunque estoy tratando de adivinar quien es, porque de aquí ( y quiero decir aquí), no es. No emana la miseria del humano. Odín no puede ser, aunque un cuervo en su hombro le acompaña, pero no es tuerto. A ver si va a ser el dios de los Caldeos...

No me dí cuenta, tan concentrada estaba en observarle, que me hablaba suavemente, con voz estropajosa. Pudiera ser un vagabundo espacial?

-Perdone, me decia un secreto...

-Un secreto?

-Si.

No sé el motivo que me impulsa a continuar esta conversación sin pies.

-Puedo contarle un sueño. Le sirve?

Afirma sin sus labios y hace un gesto universal.

 

-Una vez , me soñé a mi misma. Hablamos.-.

-Eso no es relevante para mí, si no te viste morir.

En ese momento no caí en la cuenta de la sacudida que me produjo escucharlo. Una resonancia molesta.

-Tal vez no, mas es de aquellos sueños que siempre se recuerdan.

-Ahora, el secreto.

-No, eso no es necesario. Si fueras aquello que pretendes aparentar, lo sabrías. Llevas un disfráz.


Un rictus disgustado asoma en él y las arrugas comienzan a temblar. Aparto la cabeza, con decoro (o es el miedo a vomitar, algo que odio cordialmente), y le digo que avise al terminar de cambiar de rostro.

Gorgotea durante el proceso del asomar su piel en negro calumniado por el rojo, con las barbas espantadas en retroceso, así que sigo vuelta atrás; murmura de fechas y contratos de libertad, en una noche especial. Luego , nada.

Aburrida de no oir, soy yo la que avisa que me giro. Similar a un sisear escucho el desquiciado restallar:

-No hay truco, no hay...

Un destello de su capa carmesí me contesta, sin esperar.

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