Antes del apocalipsis.

He dejado la poesía atrapada, el aire sabe extraño...Hoy he soñado con un muerto, un amigo. En el sueño iba conduciendo y no hablaba ni giraba la cabeza...

 Para qué continuar contando el sueño, no lo entenderéis. Mas, me ha recordado, ese lugar onírico, que cada segundo es precioso en sí mismo, cada momento, cada instante... Haz de cada uno de ellos lo que quieras, pero hazlo de dentro a fuera, y no al revés.

Y ahora, ir a decirle a alguien: te quiero (por poner un ejemplo).

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Ilustración / Yury Shwedoff/